RUTAS
Localidad: Medina de Pomar
Esta Ruta rememora el último viaje del emperador Carlos V, con destino al Monasterio de Yuste en Cáceres.
El
lunes 28 de septiembre del año 1556, procedente del puerto de Rammekens
en el antiguo reino de Flandes, desembarca en Laredo (Cantabria) el
Emperador Carlos I de España y V de Alemania.
Llegaba para
emprender por tierra un largo y penoso viaje con destino a la que sería
su última residencia: El Monasterio de Yuste, ubicado en fértiles
tierras de La Vera en la provincia de Cáceres; donde cansado por una
intensa vida política, se retiró hasta su muerte acaecida el 21 de
Septiembre
de 1558.
Desde unos meses antes, sobre todo desde
que se supiera con certeza su decisión de abandonar la política y vivir
sus últimos años retirado en este monasterio, los caminos se
adecentaron en la medida de lo posible, determinándose un itinerario
con sus vías, paradas y pernoctaciones más convenientes. Se puede
dividir el itinerario en dos partes: hasta Medina de Pomar, desde
Laredo, siguiendo el curso del río Asón, pasando el Puerto de los
Tornos y alcanza las Merindades por Agüera llegando a Medina de Pomar.
La segunda parte del recorrido por la provincia discurre desde Medina
de Pomar hasta Burgos, tras atravesar Los Hocinos, subir la meseta de
la Mazorra y cruzar la paramera visitando Bisjueces, Puentearenas, El
Almiñe, Pesadas de Burgos, Villalta, Hontomín,
Peñahorada,
Sotopalacios, Fresdelval y Villatoro. Estas zonas de Villatoro y los
aldeaños de la ciudad de Burgos quizás sean las que más profundas
transformaciones han sufrido desde que por ellas pasara el Emperador y
su comitiva en 1556.
RUTA DE CARLOS V (PROVINCIA DE BURGOS)
MEDINA DE POMAR:
Cuatro fueron las leguas que Carlos V tuvo que sortear para llegar desde Agüera a Medina de Pomar.
Dejando
atrás Villasante, también dentro de la Merindad de Montija y donde
merece la pena visitar la iglesia de San Millán del siglo XI, el
emperador entró el 9 de octubre de 1556 en Medina de Pomar. A buen
seguro que Carlos V probaría pocas veces más el escabeche, pues por uno
en mal estado cayó enfermo en esta villa. Llegó un viernes y no pudo
partir hasta el mediodía del domingo de Medina de Pomar, ciudad
declarada Conjunto Histórico Artístico. Un hito en el pueblo señala el
paso del Emperador por esta villa. Entre sus casas nobiliarias, su
pulcra arquitectura popular y sus calles estrechas de origen medieval
destaca en esta ruta el Arco de la Cadena, una de las puertas de
entrada a la villa, la puerta norte, donde se encuentra la casa-torre
del antiguo alcaide y donde pernoctó el emperador. Medina de Pomar se
siente perfectamente identificada con la ruta. Durante la segunda
quincena del mes de septiembre rememora con una fiesta medieval el
recorrido que siguió el emperador desde su desembarco en Laredo hasta
la villa. Durante dos días el pueblo se vuelca en la "Conmemoración
Ruta de Carlos V", una fiesta que arranca una semana antes en Laredo,
con motivo del desembarco del Emperador. Así, el sábado por la mañana
un mercado medieval y diversas representaciones de la época y vida de
Carlos V protagonizan los actos que concluyen con una cena medieval en
la Plaza Mayor, en la que se obliga a asistir con vestidos medievales a
los participantes.
El
domingo tiene lugar el Encuentro Cántabro Castellano y Leonés, cuando
la corte de Carlos V, acompañada por las autoridades de Cantabria,
llega a Medina de Pomar. Unas 200 personas reciben, vestidas de época,
al emperador, acompañadas por los miles de turistas que este día se
acercan a la villa. Una representación teatral simula la entrada de
Carlos V en tierras de Castilla y León. La fiesta concluye, al caer la
noche, con un espectáculo de luz y color de fuegos de pirotecnia. La
visita a Medina de Pomar permitirá al turista descubrir uno de los
pueblos más bellos de Castilla y León. Su casco urbano conserva el
sabor medieval, circundado por murallas de las que se mantienen varias
puertas, y en él destaca el Alcázar de los Velasco, declarado Bien de
Interés Cultural. Se trata de un castillo del siglo XIV con dos severas
torres almenadas que se unen por un cuerpo central más bajo. Levantado
por Pedro Fernández de Velasco y su esposa, actualmente alberga en su
interior el Museo de las Merindades. El Monasterio de Santa Clara,
fuera de las murallas y del siglo XIV, el Hospital de la Veracruz,
junto al anterior, o la iglesia de Nuestra Señora del Rosario son otros
de los monumentos que se pueden visitar. Sin olvidar la parroquia de
Santa Cruz, el convento de San Francisco, que hoy acoge un restaurante,
o el de San Pedro de la Misericordia. Pero otras muchas ermitas, casas
solariegas y palacetes abordarán al turista cuando llegue a esta villa.